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Educational Research

Investigación Educativa

FasTracKid With Earth ImageLa investigación nos ha demostrado que los años más importantes para aprender son de los 0 a los 8, que es cuando el cerebro forma conexiones vitales.  Al nacer, tenemos millones de células cerebrales.  En cuanto empezamos a recibir estímulos como la luz que vemos con nuestros ojos, los sonidos que escuchamos y lo que tocamos, el cerebro empieza a formar conexiones.  Es como si estuviéramos construyendo un sistema masivo de carreteras al cerebro y que por esta carretera viajara rápidamente la información que adquirimos.  Mientras más fuertes y anchas sean esas conexiones que hagamos entre los 0 y los 8 años de edad, más grande será la plataforma de nuestra capacidad para aprender.

 

Como muestran las investigaciones, la educación de alta calidad afecta positivamente los resultados educativos en general.  Es probable que a los niños que les falten habilidades de lenguaje, de lectura y sociales cuando lleguen al kínder, se les dificultará mucho estar preparados para su carrera académica en la que la lectura para aprender es vital y es un pronóstico de que un niño no será capaz de graduarse de la preparatoria.

 

Los legisladores y líderes de todo el mundo también han visto la importancia de estimular las conexiones cerebrales en una edad temprana.  El Director del National Institute for Early Education Research (NIEER) (Instituto Nacional de Investigación de Educación Temprana), Sr. W. Steven Barnett declara:  “ Los niños que asisten a un preescolar de alta calidad, entrarán al kínder con mejores habilidades de pre-lectura, vocabularios más ricos y habilidades matemáticas básicas más fuertes que los que no lo hicieron”.  En una noticia presentada por la Agencia Nacional de Noticias de Malasia, el Primer Ministro Datuk Seri Najib Tun Razak habló acerca de la educación infantil temprana, diciendo que “Cada niño es precioso y los niños son los activos de nuestra sociedad.  Es el recurso más valioso de la nación.  Creo que desarrollar una nación y a su gente empieza con la educación infantil temprana”.

 

No solo la educación infantil temprana de calidad conduce a recursos valiosos, sino que también es una inversión financiera inteligente.  El economista y premio Nobel James J. Heckman argumenta en un editorial del The Republican que “la intervención temprana en niños con desventajas que promueve que se queden en la escuela, eleva la calidad de la fuerza productiva, incrementa la productividad de las escuelas y tiene el efecto de reducir el crimen, el embarazo en las adolescentes y la dependencia de la asistencia pública.  Estos ahorros significan hasta el 60% de la recuperación de la inversión en educación temprana.

 

La educación temprana no solo empieza en el salón de clases, también empieza en casa.  Que los padres se involucren es vital para la confianza y el desarrollo educativo de los niños.  Colin Rose y Malcom J. Nicholl escribieron acerca del compromiso de los padres en el libro Accelerated Learning for the 21st Century.  Un extracto de ese libro habla acerca de la intervención de los padres y cómo puede cambiar la vida de un niño.

 

“Mientras más pronto ayudes a tu chico a apreciar que el aprendizaje es una aventura placentera, será más fácil que consiga su total potencial en la vida”.